Yo los había casado, así que fui yo quien recibió la llamada. Casi siempre es la esposa quien llama, y ella lo hizo porque se había visto forzada a enfrentar lo que en algún lugar recóndito de su mente sabía que era verdad – ella y su esposo eran pecadores. La llamada llega usualmente pocos días o semanas después de la luna de miel. Durante la luna de miel la naturaleza egocéntrica del pecado es opacada por la comida exótica y los hermosos paisajes, pero cuando la pareja regresa
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